Es una prueba que permite evaluar la capacidad del sistema nervioso autónomo de mantener la presión arterial en rangos adecuados al adquirir la posición de pie.
Durante el examen al paciente se le realizan mediciones periódicas de la presión arterial mientras permanece con un registro continuo de electrocardiograma y frecuencia cardiaca.
La persona debe recostarse en una camilla, a la que queda sujeta. Luego de una etapa de reposo, de aproximadamente 15 minutos, ésta es levantada a un ángulo de 70° durante 15 minutos más aproximadamente.
Si no se presentan síntomas de forma espontánea se procede a administrar un fármaco que estimula la aparición de los síntomas en estudio. Si síntomas aparecen la prueba se detiene. En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen al volver a posición horizontal.
Debe solicitar hora.
Ayuno de 4 horas.
Traer un registro de los medicamentos que toma.
Debe venir acompañado.
Duración aproximada del examen: 1 hora.